LIPOVETSKY, GILLES
El imperativo ya no parece ser obligar, ordenar, disciplinar y reprimir, sino gustar y emocionar mediante la seducción. La seducción que nos envuelve provoca la emergencia de una individualización hipertrofiada en relación con el otro. Este ensayo aborda con precisión y en profundidad esos mecanismos y cómo afectan a nuestras vidas.