De la noche a la mañana, Lucas empieza a darse cuenta de fenómenos extraños que ocurren en casa. Por ejemplo, su padre ya no se acaba las porciones de pizza. Cuando llega el abuelo Ramón y le cuenta al niño que ha venido a quedarse con ellos para ayudarlos, las peores sospechas de Lucas se confirman. Allí hay un misterio y él está decidido a descubrirlo.