Brigit Vanderbeke nos ofrece una lectura breve pero no por ello menos interesante. Una novela corta sobre secretos familiares dentro de una família aparentemente feliz. La historia comienza con una madre y sus dos hijos esperando que llegue el padre para cenar todos juntos con una cazuela de mejillones. Durante la espera, empiezan a ver la luz los sentimientos que vienen escondiendo tanto tiempo. Relaciones familiares marcadas por la obligada obediencia, impuesta, al padre y marido, y el maltrato y dominación de él hacia su família. Una realidad que, por desgracia, está presente todavía en muchas famílias.
"Nadie de nosotros tres no podía recordar ni un solo domingo del que pudiéramos decir que había sido suficientemente pasable, porqué, como es de suponer, mi padre aprovecha especialmente los domingos para aplicar su concepto de família verdaderamente família".
Mariàngels Gabaldón
